Un lugar donde ser diferente es un orgullo.

domingo, 24 de octubre de 2010

IMPRESENTABLE MACHOTE de Juan Rueda

Hoy me tomo la licencia de "copiar" las palabras de Juan Rueda aparecidas en el Diario de Burgos del 23 de Octubre de 2010.


Si por cada estupidez, simpleza, grosería, falta de respeto y educación que mana diariamente de la boca de algún político nacional, también nacionalista, los partidos a los que representan introdujeran, como penitencia y prueba de propósito de enmienda, un par de euros en la hucha de cualquier ONG preocupada y ocupada en combatir la miseria y el hambre en el mundo, en cuestión de semanas estaríamos hablando de sensibles descensos en el número de niños (no menos de 195 millones) que sufren los efectos de la desnutrición en tantos rincones del planeta, origen y causa directa de incontables enfermedades y de que en países como Níger, Chad o Sierra Leona la esperanza de vida media de sus pobladores no supere los 40 años. Pero no es ni será el caso porque aquí, en la cara sur del paraíso, casi todo se arregla callando, otorgando, negando la mayor o, como mucho, con disculpas forzadas, tardías y escasas que nadie se traga. 
A estas alturas saben de sobra que hablamos de la penúltima cantada, pues es reincidente, protagonizada por un sujeto que a su condición de impresentable une la de ser alcalde de Valladolid, amén de ginecólogo, machista, burdo, zafio, soez y otros calificativos del mismo tenor que, sin entrar en mayores valoraciones, le inhabilitarían para el ejercicio de la política en cualquier otro estado del universo. Pero aquí somos así, displicentes y mezquinos con el pobre, pero comprensivos y tolerantes con el poderoso, con aquel que ostenta un cargo y encima se pavonea de ello. 
No es el León de la Metro, sino el de La Riva quien ha vuelto a sacar los cascos del tiesto en un ejercicio, y todavía algunos de su entorno lo justifican como libertad de expresión, para cargar sin tiento ni cuento contra la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín; porque sí, por ser mujer, por su físico y porque le da la gana al ilustrado conquistador, un machote sin igual, un modelo a evitar y censurar aquí, ahora y siempre, aunque nada de todo esto alivie el paro ni eleve la moral.